Las distintas vocalizaciones son una parte importante de las herramientas de comunicación de los perros.
Como propietario de un perro, es importante entender qué significan sus sonidos. También debemos aprender a responder a las vocalizaciones del perro. Especialmente cuando nuestro perro está enfadado o irritado.
Veamos a qué señales hay que prestar atención.
Un gruñido profundo
Un gruñido profundo puede ser a menudo un signo de irritación, enfado o amenaza. Si su perro gruñe profunda y persistentemente, ya sea un pastor alemán o un galgo ruso, ¡sin duda algo le está molestando!
Ladridos cortos y repetidos
Un ladrido rápido, repetitivo y grave suele indicar enfado y un comportamiento defensivo.
Si, por ejemplo, su perro Rottweiler emite este tipo de ladrido cuando se acercan extraños a la casa, es señal de que está vigilando y protegiendo su territorio.
El aullido de enfado
Aullar no suele ser un signo de enfado, pero algunos perros pueden aullar cuando están tensos o irritados.
Por ejemplo, si su husky aúlla larga y profundamente cuando lo lleva al médico, está claro que está irritado por la visita.
Aullidos insatisfechos
Los quejidos insatisfechos suelen indicar irritación o fastidio en los perros. Si su galgo emite este sonido cuando intenta ponerle una correa, significa que le disgusta la actividad.
Notas importantes
Recuerde que cada perro es único y que sus señales vocales pueden ser diferentes.
Preste siempre atención al comportamiento general del perro, a su postura y a su entorno.
Por ejemplo, si su perro gruñe en voz baja pero mueve la cola y tiene una postura relajada, es probable que este gruñido sea más juguetón que amenazador.
Reconocer el estado emocional negativo de un perro por su tono de voz le permitirá responder adecuadamente y ayudarle a controlar el estrés.
Si no está seguro de cómo interpretar las vocalizaciones de su perro, busque la ayuda de un experto canino, como un asesor en comportamiento.
Entender la voz de su perro le ayudará a comprender el estado emocional del animal y a fomentar la confianza y el respeto mutuos entre perro y dueño.